HAY  ALGO EXTRANO  EN EL SÓTANO I


         Cierta noche   Gary  no había podido concentrarse en el libro  que tenía en  la mano. El zumbido del viento siempre le había llamado la atención y esta vez no fue la excepción. Afuera parecía desatarse una gran tormenta en medio de la oscuridad. Él apenas tuvo tiempo e llegar a su casa y meterse corriendo antes  de que la lluvia, lo mojase. Estaba sentado sobre  el sofá de su sala. La luz del florecente alumbraba el ambiente.  De pronto al  otro lado emergieron dos destellos de luz, que fueron acercándose lentamente a la sala. Él aún seguía leyendo su libro  de medicina. Los destellos   de luz  se detuvieron en medio de la oscuridad como visualizando   a Gary.

      Un extraño ruido interrumpió  su lectura amena y en su mente se comenzaron a tejer todo tipo de paranoicas sospechas, todo hacía suponer que había alguien merodeando la casa. Los típicos miedos infantiles a la oscuridad y a los monstruos se adueñaron de él. Sólo de pensar en la chica del abrazo frío su cuerpo se estremeció. Por suerte no estaba solo; estaban en la quinta  sus amigos.

Gritó desesperadamente:

-Hay alguien en la casa. A  sus gritos  desesperados acudieron sus amigos.
En eso se visualizó un relámpago seguido de un  estrepitoso trueno. Seguido  de un alarido agonizante bajo sus pies. (Sótano)

Se quedaron  congelados y sin habla.  Pelusa  exclamó:

     -¿Qué  fue eso?

 Se  miraron unos  a otros  consternados.

      Lalo dijo sonriendo:

- Tanto alboroto, seguro que fue el gato, acaso no saben que los gatos imitan a los humanos. Recuerdan que hace quince días que yo me levanté a media noche y fui a la cocina y al cruzar por el jardín oí ruidos extraños y me acerqué lentamente  y descubrí que eran cuatro gatos intentando seducir a la gata y esta emitía  gritos lastimeros y espeluznantes mirando desde el agujero donde se hallaba oculta.


Más de pronto algo empezó a azotar sobre el enorme portón con relativa furia y seguido a eso se abrió la ventana e  Inesperadamente se fue la luz y los rincones, antes iluminados   se ensombrecieron.


Estaban paralizados en la sala sin moverse un milímetro. 

Pol exclamó  rompiendo el silencio:

-No veo nada carajo, esto es tan horrible.

      En   medio de la oscuridad, guiándose  por  su  voz se encontraron unos  a otros  e iban abrazando protegiéndose así del pánico momentáneo.

Pelusa también se aferró a  sus amigos y por un instante sintió alivio más algo  congeló lo más recóndito de su ser. Unos  brazos  muy fríos la sujetaron de la cintura y hasta pudo sentir el aliento nauseabundo  sobrenatural tan cerca de su rostro. Para no asustar  a sus amigos permaneció en silencio en la misma posición, encomendándose a  Dios Para que esta agonía desapareciera.



      Una de las chicas exclamó:

       -Pelusa estas muy fría.

       Ella contestó:

      - Es que no sé quien está  a mi lado. Los demás se quedaron petrificados en sus lugares sin articular palabra alguna. Recordando el episodio del cementerio. Se oyó el azotar de la puerta que  les hizo reaccionar. Este provenía de la pequeña puerta  que daba al sótano y que  el  padre  de  Gary  había cerrado herméticamente prohibiendo el ingreso a cualquiera  de ellos.


¿Cómo era posible que  la puerta  se abriera con  el viento.  Sin darse cuenta, se   encontraban frente a la puerta que se agitaba violentamente contra la pared. Se detuvieron  unos segundos a observar desde el exterior el  oscuro sótano; sólo los fuertes relámpagos lo iluminaban hasta el fondo. Este lucía como si se hubiesen abierto las puertas del infierno...CONTINUARÀ

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